La NASA ha emitido una alerta por un asteroide del tamaño de un estadio que pasará cerca de la Tierra esta noche. La roca espacial, nombrada 2024 ON, mide aproximadamente 290 metros de largo y ha sido clasificada como un Objeto Cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés).
A pesar de su tamaño considerable, la agencia espacial ha asegurado que no representa un peligro inminente de colisión con nuestro planeta, ya que su paso más cercano estará a una distancia segura de más de 1 millón de kilómetros.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha indicado que, aunque se trata de un “acercamiento”, el asteroide no se aproximará más allá de 1 millón de kilómetros, lo que lo coloca a una distancia mayor que la que separa la Tierra de Marte o Venus. A pesar de su gran tamaño, que lo hace un 99% más grande que otros objetos cercanos a la Tierra, será necesario usar telescopios para observarlo debido a la considerable distancia que lo separa de nuestro planeta.
El asteroide 2024 ON viaja a una velocidad asombrosa de 31.666 kilómetros por hora (aproximadamente 25 veces la velocidad del sonido), lo que lo convierte en una entidad a tener en cuenta en el monitoreo de objetos cercanos. La NASA ha clasificado este cuerpo celeste como un asteroide “potencialmente peligroso”, debido a su tamaño y proximidad relativa a la órbita terrestre, aunque recalcan que en esta ocasión no hay riesgo de impacto.
La roca espacial, nombrada 2024 ON, mide aproximadamente 290 metros de largo y ha sido clasificada como un Objeto Cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés)
El JPL ha explicado que los NEOs son cometas y asteroides cuyas órbitas han sido alteradas por la atracción gravitatoria de planetas cercanos, lo que les permite ingresar al “vecindario” de la Tierra. Según la definición de la agencia espacial, cualquier objeto mayor a 150 metros que se acerque a menos de 7,5 millones de kilómetros de la órbita terrestre es clasificado como potencialmente peligroso, aunque esto no implica necesariamente una amenaza inminente.
El asteroide 2024 ON no es un extraño en el sistema solar. Esta roca espacial pasó por última vez cerca de la Tierra en 2013, y se espera que haga otro acercamiento en el año 2035. A pesar de su órbita periódica, las simulaciones actuales realizadas por la NASA muestran que en las próximas décadas no representa un riesgo significativo para la Tierra.
En un informe emitido por Brenda Culbertson, embajadora del Sistema Solar de la NASA, se subraya que los asteroides cercanos a la Tierra como 2024 ON son monitoreados continuamente para detectar cualquier desviación en su trayectoria que pudiera aumentar el riesgo de impacto. “Estos cuerpos celestes son objetos naturales que nos ayudan a entender mejor nuestro entorno cósmico”, afirmó Culbertson, quien también destacó que hasta ahora no se ha identificado ningún peligro significativo de colisión con objetos de gran tamaño en el futuro próximo.
El Proyecto del Telescopio Virtual, una iniciativa que permite a astrónomos y aficionados observar eventos astronómicos en tiempo real, ha sido parte de los esfuerzos de monitoreo del asteroide 2024 ON. El pasado 9 de septiembre, este programa capturó imágenes del asteroide mientras se desplazaba a gran velocidad. Estas observaciones ayudan a los científicos a mejorar los cálculos de la órbita del objeto, aumentando la precisión de las predicciones futuras.
NEO Surveyor es una misión diseñada para descubrir y caracterizar la mayoría de los asteroides potencialmente peligrosos que se encuentran cerca de la Tierra (NASA/JPL-CALTECH)
Además de 2024 ON, otros cuatro asteroides, con tamaños que oscilan entre el de una casa y el de un avión, también han sido observados en las últimas semanas al pasar cerca de la Tierra. El más cercano de ellos, según la NASA, pasó a una distancia de alrededor de 524.000 kilómetros el día de ayer, lo que todavía se considera una distancia segura.
La NASA sigue monitoreando de cerca todos los NEOs a través de su Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), el cual se encarga de caracterizar las órbitas de estos objetos y evaluar los riesgos de impacto. El CNEOS, operado por el JPL, utiliza datos recopilados por observatorios en todo el mundo, así como por astrónomos aficionados. Este monitoreo continuo se complementa con misiones como NEOWISE, que rastrean asteroides desde el espacio, y con el uso de radares planetarios como el Grupo de Radar del Sistema Solar de Goldstone.
En su comunicado más reciente, la NASA ha reiterado que no existe ninguna amenaza significativa de impacto de grandes asteroides durante los próximos 100 años, basándose en los análisis actuales. Sin embargo, subrayan la importancia de estar preparados para escenarios hipotéticos, participando en simulaciones de impacto para entrenar a agencias espaciales y organismos de respuesta a desastres.
Además, la agencia ha lanzado el proyecto NEO Surveyor, una misión que tiene como objetivo mejorar la capacidad de detección de asteroides potencialmente peligrosos. Se espera que esta misión, programada para lanzarse en los próximos años, pueda detectar hasta el 90% de los NEOs que se aproximen peligrosamente a la Tierra.