El presidente Bernardo Arévalo ordenó hoy una revisión minuciosa de la doctrina militar en Guatemala, al celebrar el aniversario 151 de la fundación de la Escuela Politécnica y el Día del Cadete.
Ante altos mandos del Ejército, oficiales y estudiantes, el mandatario llamó al ministro de la cartera y demás autoridades a adaptarla a las necesidades actuales del desarrollo democrático e incluyente de la nación y de la sociedad.
“Eso implicará la revisión y actualización de los diferentes planes de estudio de la educación vocacional, de formación y profesionalización militar”, precisó el jefe de Estado.
En cada ciclo y curso militar deben estar inmersas asignaturas específicas, teóricas y prácticas sobre derechos humanos, de la mujer, internacional humanitario, así como otras materias destinadas a cimentar en el personal militar los valores éticos y morales, añadió el Gobernante.
Los ejércitos –dijo Arévalo en sus primeras palabras- deben adaptarse a los cambios que atraviesan las sociedades en el tiempo, y así las instituciones de defensa atraviesan procesos constantes de evolución.
Es por ello que los líderes militares y quienes tenemos el privilegio de comandar el sector en Guatemala, debemos ser exigentes con la calidad y la pertinencia de la formación y profesionalización del personal, acotó el político de 65 años.
Como consecuencia, detalló, desde el 14 de enero pasado trabajamos con el mando en el desarrollo de los planes que nos permitan poner a disposición de la sociedad un ejército profesional, transparente, meritocrático, con valores y principios democráticos bien cimentados.
Subrayó que realizaron un análisis de la situación del organismo militar e identificaron algunas debilidades críticas que era necesario enfrentar.
Entre ellas –mencionó el sociólogo de profesión- las prácticas que ponen a la institución al servicio de políticos de turno y de otros actores poco transparentes o incluso criminales.
De tal modo –remarcó- minan a la cartera en cuestiones como la de decidir ascensos de grado especialmente a los de general o la asignación de puestos de suma responsabilidad a partir de compadrazgos o componendas políticas.
El presidente exigió y ordenó además que todo el personal militar se abstenga de asociarse a personas o grupos cuyos intereses o comportamientos contravengan y obstaculicen el desarrollo del marco de valores profesionales y principios institucionales meritocráticos y democráticos.
A ocho meses de la toma de posesión como primer mandatario de la República y comandante general del Ejército, afirmó que gracias al trabajo realizado en conjunto con el mando retomaron la apoliticidad como principio rector.
Seguiremos en este camino, ya que Guatemala se merece tener a un ejército digno, transparente, en donde sus integrantes estén dispuestos a rendir cuentas de sus actos y acciones, aseveró el jefe de Estado de este territorio centroamericano.