Mientras que en la Argentina, la central Atucha II se licito en 1973, se comenzo a construir en 1981 y se finalizo en 2011, El Salvador pretende construir su primer reactor nuclear en apenas 7 años.
Según la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas (Dgehm), la apuesta del gobierno en los próximos siete años es tener su primer reactor nuclear, algo que ningún país en el mundo, desarrollado o en el subdesarrollo, ha logrado.
En un foro organizado por la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), el director de la Dgehm, Daniel Álvarez, aseguró que la apuesta también incluye la capacitación de decenas de especialistas en el ámbito de las energías nucleares.
“Queremos para 2030, tener el primer reactor de investigación, queremos capacitar en un lapso de siete años a 400 especialistas”, puntualizó Álvarez.
En marzo de 2023, la Dirección firmó un acuerdo de cooperación con Thorium Energy Alliance para explorar la generación de energía nuclear con combustible de torio, agregó el funcionario.
Datos de organismos internacionales estiman que una tonelada de torio puede producir tanta energía como 200 toneladas de uranio, o tres millones 500 mil toneladas de carbón.
En marzo pasado, Álvarez y la vicecanciller Adriana Mira presentaron los instrumentos legales, al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para la generación de energía nuclear.
Según las autoridades en su más reciente acción, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Argentina y El Salvador firmaron un acuerdo de cooperación para que el primero, uno de los pocos con reactor nuclear en Latinoamérica apoye a este pais “en sus primeros pasos”.
Recientemente, la ministra de Economía, María Luisa Hayem, presentó ante la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley de Energía Nuclear mediante la cual se facultará a la Dgehm a conceder, suspender o revocar licencias relacionadas al diseño, construcción u operación de instalaciones nucleares o radioactivas.
El proyecto plantea la creación de la Dirección de Regulación de Energía Nuclear, y la Dirección de Control y Supervisión de Energía Nuclear, que estarían bajo la Dirección General de Energía.