El atacante que intentó asesinar a Donald Trump durante un mitin en Pensilvaia fue neutralizado por el Servicio Secreto y un asistente también murió durante el incidente, según una fuente del organismo de seguridad.
El tiroteo en el mitin de Trump está siendo investigado como un posible intento de asesinato, según funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Varias fuentes policiales confirman que el atacante estaba fuera del lugar del mitin de Trump en Pensilvania, dos de esas fuentes dicen que el atacante estaba en un techo, fuera del lugar. Múltiples fuentes policiales se han referido a este individuo como un francotirador, aunque no están claros detalles adicionales al respecto.
El detective a cargo de liderar la investigación dijo que los disparos provinieron desde fuera del perímetro de seguridad, específicamente desde un edificio adyacente. “Estaba a varios cientos de metros” por lo que “habría sido necesario un rifle”, aunque ello no fue confirmado.
Un asistente al mitin de Trump describió el tiroteo del sábado por la noche como un “completo pandemonio”, y algunos entre la multitud no estaban seguros de lo que estaba sucediendo al principio.
“Al principio pareció como si hubieran estallado petardos”, dijo Joseph Mine a CNN desde Butler, Pensilvania, donde ocurrió el tiroteo.
“La mitad de la multitud en el otro extremo del mitin pensó que era algún tipo de broma extraña, la otra mitad sabía que no lo era y estaba tratando de mostrar al resto de la multitud que esto era grave. Creo que todo el mundo tuvo la idea, muy rápidamente, de que era una situación peligrosa y todo el mundo empezó a ponerse manos a la obra”, dijo.
Describió haber visto a un hombre en las gradas cercanas a él herido en la cabeza por un disparo y a otra mujer cerca siendo herida en el brazo. Dijo que era difícil determinar de qué dirección venían los disparos y añadió que la policía se movió rápidamente para despejar las gradas.
“Es algo que no te esperas… es muy impactante”, añadió. «No deberíamos estar en un nivel de discurso político público en este país donde esto está sucediendo, parece que estamos en 1960».
Las autoridades ordenaron reforzar la seguridad en las residencias del empresario republicano a modo de prevención, como se vio en las calles de Manhattan, poco tiempo después, donde patrullas de la Policía local y oficiales armados rodearon la Trump Tower en pleno corazón neoyorquino.
El suceso recibió condenas de mandatarios y jefes de organismos de todo el mundo, así como de de Estados Unidos, donde la rivalidad entre el republicano y el presidente Joe Biden pareció quedar en un segundo plano. Desde la Casa Blanca emitieron un comunicado en el que se confirmaba que el mandatario había sido informado de lo sucedido y aseguraba alegrarse “de saber que (Trump) está a salvo y que se encuentra bien”. “Estoy rezando por él y su familia, y por todos los que estaban en el mitín”, continuó y destacó, a su vez, el accionar del Servicio Secreto “por ponerlo a salvo”.
“No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. Debemos unirnos como nación para condenarla”, concluyó, mientras Chuck Sumer, el líder de la mayoría en el Senado, aseguró, por su parte, que “la violencia política no tiene lugar en nuestro país”. “Estoy horrorizado por lo ocurrido” y “aliviado de que el ex Presidente esté a salvo”, sumó.
Por su parte, Barack Obama dijo que “no hay absolutamente ningún lugar para la violencia política en nuestra democracia. Aunque todavía no sabemos exactamente qué sucedió, todos deberíamos sentirnos aliviados de que el expresidente Trump no haya resultado gravemente herido y aprovechar este momento para volver a comprometernos con la civilidad y el respeto en nuestra política. Michelle y yo le deseamos una pronta recuperación”
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), apuntó que “condenamos en los más fuertes términos el ataque hoy sufrido por el ex Presidente de Estados Unidos Donald Trump. La violencia no tiene cabida en unas elecciones, en la política o en nuestras sociedades”.