La Justicia de Guatemala ordenó el jueves la cancelación del Movimiento Semilla, con el cuál el presidente Bernardo Arévalo llegó a la predidencia del país, por irregularidades en su inscripción. Sin embargo, el tribunal electoral explicó que no tiene potestad para hacerlo.
El jefe de la Fiscalía Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, informó que el juez Fredy Orellana acogió su solicitud de cancelación de Semilla.
Ambos lideran con la fiscal general Consuelo Porras una profunda investigación contra el partido político de Arévalo, la cual es sistemáticamente obstruída por el mandatario desde su despacho.
Orellana emitió su resolución contra Semilla por presentar firmas falsas en su inscripción en 2017, amparado en una ley sobre crimen organizado que permitía a un juez suspender o cancelar personas jurídicas si incurrieron en «hechos ilícitos».
Esa ley fue reformada en ese punto el pasado lunes por el Congreso a instancias del partido oficialista, lo que permitiría habilitar a Semilla, suspendido a pedido de Cucurriche desde que Arévalo ganó las elecciones en la segunda vuelta en agosto de 2023.
Pero la modificación de la ley aún no ha entrado en vigencia y Orellana apuró la orden de cancelación.
La presidenta del Tribunal Electoral, Blanca Alfaro, cuestionó el fallo judicial al recordar que la Corte de Constitucionalidad, máxima instancia judicial, resolvió el año pasado que suspender o cancelar partidos es potestad del poder electoral.
Alfaro aclaró que, aun con una eventual cancelación de Semilla, los cargos que ganó en los comicios no se ven afectados porque fueron elegidos «por la voluntad popular».
La decisión de Orellana «no puede cobrar vigencia porque un juez no puede ni suspender ni cancelar un partido», dijo el jefe de la bancada de Semilla en el Congreso, Samuel Pérez. «Originalmente no lo podía hacer» pero con la reforma quedó claro, insistió.