El Ministerio de Economía (Mineco) dio a conocer que la calificadora Moody´s Ratings reafirmó la calificación Ba1 estable para Guatemala, en la que destaca una economía sólida y con un historial de crecimiento económico.
A través de la red social X, el Mineco dio a conocer que la estabilidad macroeconómica y fiscal de Guatemala se refleja en la calificación de Moody´s Ratings, que se mantiene en Ba1.
Así también, Moody’s Ratings informó el jueves que reafirmó la calificación de emisor de largo plazo en moneda local y extranjera del Gobierno de Guatemala en Ba1 y mantuvo la perspectiva estable. Además, la decisión refleja un historial de crecimiento económico constante pese al bajo ingreso per cápita y débiles indicadores de infraestructura y desarrollo social del país, detalló la calificadora en un comunicado.
Por su parte, el Mineco aseguró que el Gobierno de Guatemala sigue trabajando para mejorar la competitividad y que nuestro país sea un destino atractivo para atraer más inversiones.
El pasado 18 de abril, S&P Global Ratings elevó la calificación de Guatemala en riesgo crediticio, pasando de BB estable a BB positivo. El análisis se basa en la consideración del largo historial de estabilidad macroeconómica y de resiliencia económica del país, en el contexto en el que los déficits fiscales se encuentran manejables y en el nivel muy bajo de la deuda neta.
Moody´s Ratings mantuvo en 2020 una perspectiva Ba1 negativa, en 2021 cambió a Ba1 estable, 2022 a Ba1 positiva, en 2023 a Ba1 estable y en 2024 calificó a Guatemala a Ba1 estable.
Fitch Ratings en 2020 calificó al país con una perspectiva BB- negativa, en 2021 con BB- estable, en 2022 con BB- positiva, en 2023 con BB estable y en 2024 con BB estable.
S&P Global Ratings mantuvo una perspectiva del país en 2020 en BB- estable, en 2021 con BB- estable, en 2022 con BB- positiva, en 2023 con BB estable y en 2024 con BB positiva.
Según el Banco de Guatemala, el impulso económico del país se mantiene estable reflejando índices macroeconómicos positivos y fuertes ante las presiones del entorno externo. La estabilidad macroeconómica actual incentiva las oportunidades de inversión al mostrar un manejo prudente de la política fiscal, la solidez en el desempeño de la política monetaria; así como al bajo endeudamiento público y una sólida posición externa.