El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) advirtió sobre lluvias intensas, vientos fuertes y otros fenómenos asociados que podrían afectar varias regiones de Guatemala durante toda la semana.
La entidad científica pronosticó la continuación de un clima cálido, húmedo e inestable, con los mayores acumulados de precipitaciones del sur al centro del país en horas de la tarde y noche.
Las condiciones atmosféricas son propicias para la formación de tormentas locales severas, remarcó el Insivumeh.
Ante tal situación, recomendó tomar las precauciones necesarias por las crecidas repentinas de los ríos, inundaciones, movimientos en masa, lahares en la cadena volcánica y daños en la red vial e infraestructura.
Es fundamental que la comunidad esté alerta y siga de cerca las actualizaciones proporcionadas por las autoridades locales y los medios de comunicación, añadió.
Aseguró que seguirá monitoreando de cerca la evolución de estas condiciones climáticas y proporcionará actualizaciones regulares para mantener informada a la población y garantizar la seguridad de todos en la nación.
Medios de prensa divulgaron que el río Pacaya, ubicado en los municipios de Coatepeque y Flores costa Cuca, departamento de Quetzaltenango, y Ocós, San Marcos, se desbordó tras torrenciales lluvias de las últimas horas.
Los vecinos de la colonia Popular, zona 2 de Escuintla pidieron a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres presentarse al lugar para verificar daños.
Este ente describió que lluvias generaron el colapso del puente vehicular Cantzela, del municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.
Un reporte del observador hidrométrico del Insivumeh expuso que el río Cahabón, que atraviesa gran parte de Alta Verapaz, se encuentra actualmente sobre su nivel de alerta con tendencia a alzar.
Después de una sequía como hacía mucho, temperaturas extremas y graves afectaciones por incendios, Guatemala comienza a constatar la normalización de la época lluviosa.
Tal escenario reduciría los incendios forestales, en su peor año de la última década, con más dos mil 400 atendidos desde noviembre último.