Nayib Bukele, el presidente salvadoreño, prometió en una entrevista a la revista norteamericana Time que no se reeligirá para un tercer período.
La promesa de Bukele no es la primera vez que la hace, en 2013, siendo alcalde por el FMLN, aseguró en una entrevista que la reelección estaba prohibida por la Constitución de la República.
El entonces alcalde de Nuevo Cuscatlán aseguraba que la reelección inmediata no era posible, en aquel momento se refería al presidente Mauricio Funes.
Entonces pregonaba que que “la Constitución no permite que la misma persona sea presidente dos veces seguidas. Puede ser presidente 80 veces si quiere, pero no seguidas. Eso es para garantizar que no se mantenga en el poder y que él ocupe su poder para quedarse en el poder”.
La historia probó que sus palabras eran falsas.
El presidente de El Salvador, dice hoy que no tiene decidido aún cuál será su futuro después que su mandato termine en 2029, pero contempla escribir un libro.
“Va a ser un reto definitivamente, porque no me veo regresando a la empresa privada”, añadió Bukele en la entrevista.
«Yo no puedo postularme a presidente de nuevo, de acuerdo a la Constitución por la prohibición del Artículo 152. Además, tengo el acuerdo con mi esposa de que este (mandato) es el último», insistió Bukele.
El madatario, cuya presidencia inconstitucional termina en 2029, se refirió así a un artículo de la Constitución de El Salvador que ha sido muy polémico en los últimos años, ya que el líder del partido Nuevas Ideas, en el poder por segunda vez consecutiva, pasó por encima de este para lograr a la reelección.
La Constitución de El Salvador prohíbe ser presidente en dos períodos consecutivos, y para sortear esa prohibición, en diciembre de 2023, la Asamblea Legislativa, en poder de sus lacayos de Nuevas Ideas, aprobó una solicitud de Bukele de dejar el cargo durante seis meses y centrarse en la campaña presidencial, evitando ser considerado legalmente como presidente en ejercicio y, por ende, postularse para otro mandato.
Bukele aparece en la portada de TIME con la mirada fría, fija, levemente inclinado hacia adelante y con las manos entrelazadas sobre la mesa del despacho presidencial.
Definitivamente la actitud corporal de Bukele muestra coqueteo con la audiencia, atención a la entrevista y seguridad en si mismo, el escrirtorio, su autoridad. Las fotos, lo humanizan.
Es una foto profesional y dirigida por profesionales.
«Ni chicha, ni limonada»
«Definitivamente yo no me considero ni de izquierda ni de derecha (…) La gente no ve ningún rumbo en la izquierda. La derecha con sus anacronismos y todo, pero al menos está planteando un rumbo. Eso no lo digo yo, lo dicen estudiosos de la izquierda y mucha gente», sostuvo al ser preguntado sobre su ideología.
La última décadas, “las ideas brillan por su ausencia”, la globalización dejó tras de sí un Estado debilitado.
Entre 8,000 y 9,000 pandilleros por capturar, pero sigue el régimen de excepción
Según Bukele, las estructuras criminales contaban con 70,000 integrantes -de los que supuestamente ya han sido capturados un 85 %- y medio millón de colaboradores.
«Nosotros estimamos que todavía hay entre 8,000 y 9,000 pandilleros en las calles (…) Si los atrapamos, ya no van a tener suficientes (medios) para cohesionarse de nuevo», expresó.
Bukele inició en marzo de 2022 un régimen de excepción y la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo de Nuevas Ideas lo renueva mensualmente, amparándose en su lucha contra las maras, pero suspendiendo derechos fundamentales como el de ser informado de los motivos de una detención o el acceso a un abogado.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) y al menos una docena de Organizaciones no Gubernamentales (ONG´s) salvadoreñas advierten que el Ejecutivo de Bukele ha reducido al mínimo el poder de la oposición, suprimido derechos básicos como la libertad de expresión o garantías jurídicas como el debido proceso.
Según la ONG, Socorro Jurídico Humanitario, más de 26,200 personas han sido detenidas arbitrariamente sin tener un tener vínculo con las pandillas, mientras que HRW alertó en julio que se había arrestado a más de 3,000 menores durante el régimen de excepción.