La fiscal general de la República, Consuelo Porras, dijo el martes que no tiene contemplado renunciar al cargo, afirmando que estará en el mismo hasta 2026 y que las acciones del actual presidente Bernardo Arévalo en su contra son «espurias, maliciosas y antidemocráticas».
Las declaraciones de la funcionaria se dan en medio de la pugna sostenida con Arévalo, quien en días recientes adelantó la promoción de una reforma a través del Congreso con miras a poner término a la gestión de Porras al frente del Ministerio Público.
«Ustedes (refiriéndose a Arévalo) no están, ni estarán por encima de la ley«, afirmó Porras en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada de un centenar de fiscales del país.
Arévalo asevera que la fiscal general adelantó acciones para impedir su toma de posesión tras vencer en las elecciones el año pasado cuando en la realidad el Ministerio Público ha concretado sus investigaciones a actos ilegales cometidos en la fundación del Movimiento Semilla, que lo llevó al poder.
El presidente Bernardo Arévalo ha propuesto una reforma de la ley del Ministerio Público con el objetivo de destituir a la fiscal general, Consuelo Porras, como vendeta personal por no actuar servilmente al Ejecutivo.
«He decidido presentar al Congreso una iniciativa para reformar la ley orgánica del Ministerio Público, la cual abrirá el camino para que la fiscal rinda cuentas y sea removida en el marco de la ley», ha declarado durante un mensaje a la nación en el que ha indicado que el fin es que el organismo «no vuelva a ser utilizado como arma política».
Según el Derecho Internacional, las leyes no pueden ser aplicadas en retroactivo a menos que sea en beneficio del denunciado.