Las lluvias han dejado al menos un millón de personas afectadas en Guatemala y ocho personas fallecieron, incluyendo tres jóvenes que fueron arrastrados por un río en Pululá, Jutiapa al suroriente del país.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (Conred) no logra reaccionar ante la emergencia ocasionada por las lluvias inusuales que azotan el país. En cuatro días fueron lo que se esperaba para un mes.
Un habitante de la comunidad de Iztapa, Escuintla, en el Pacífico guatemalteco, nos relata su situación luego de la tormenta: «Como pueden observar, la tormenta hizo destrozos en las casas que están ubicadas en el kilómetro 2.7 en la carretera hacia Monterrico en Iztapa, Escuintla», dijo Sotero López, de 55 años, a periodistas.
«Completamente socavada»
«Aquella casa que ven al frente está completamente socavada, a punto de irse también directamente al mar», añadió. «Esa es la situación que estamos viviendo aquí en Majagüal. La pared está casi a punto de irse a la orilla del mar, los malecones que se hicieron están a punto de caerse y ya se acerca otra vez la lluvia».
La tormenta se aleja de Guatemala, dejando humedad, comunidades inundadas, pérdidas humanas y materiales. Fueron leves lluvias, pero los efectos son graves. Los desastres no dan tregua, este miércoles inició la caída de ceniza en varios departamentos de Guatemala por la actividad del volcán de fuego.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología – INSIVUMEH, el inicio del invierno seguirá siendo afectado por el ingreso de ciclones tropicales en el océano Atlántico, con condiciones ligeramente por encima de lo normal.