La presidenta en funciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala, Blanca Odilia Alfaro, advirtió ante periodistas sobre las posibles complicaciones por el exceso en la cantidad de partidos políticos inscritos en Guatemala (40), monto que calificó como «bastante grande».
La magistrada titular considera que las dificultades serán severas para el pleno que tomará posesión en marzo del próximo año con miras a los comicios generales del 2027 en el país.
“Si con alrededor de 27 organizaciones políticas (participaron 23) tuvimos problemas de conflictividad en los pasados sufragios, imagínense ustedes con 40”, expresó la funcionaria.
Eso hace que sea más pequeño el símbolo en la boleta, las letras, entre otras, mencionó Álfaro, quien a mediados del mes último retomó la agenda tras una disputa con suplentes por la presidencia del TSE desde enero, que la mantuvo más de cuatro meses paralizada.
La togada concluyó su mandato a inicios del presente año, pero el siguiente en asumir el cargo, Gabriel Aguilera, permanece suspendido por una resolución judicial debido a un proceso penal relacionado con el sistema informático utilizado en los comicios previos, con lo que se provocó un «vacío legal» que la mantiene de manera interina en el cargo.
Aunque aún quedan poco más de dos años a la gestión del presidente Bernardo Arévalo, los partidos comienzan a manejar sus cartas de cara al 2027 y analistas locales a proyectar nombres para el máximo cargo del Estado como Ángel Pineda, Álvaro Arzú, Neto Brian, entre otros.
Desde hace un año, el Congreso de Guatemala debate la aprobación de la iniciativa 6377 con propuestas de reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que se observen avances.